Tres años de la ley de Identidad de Género: 6000 nuevos inicios y mucho por hacer aún

El 9 de mayo de 2012 el Senado de la Nación aprobó la ley de Identidad de Género. Tres año más tarde más de 6000 personas trans accedieron ya al reconocimiento de su identidad por vía administrativa. Sin embargo el Ministerio de Salud de la Nación sigue sin reglamentar los aspectos sanitarios de la ley. La FALGBT y ATTTA han presentado ante el Congreso Nacional y en todo el país proyectos para la inclusión integral trans, acceso a la salud y Asignación para la Ciudadanía Trans.

La Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans y la Asociación de Travestis, transexuales, transgéneros de Argentina (ATTTA) celebran la Ley de Identidad de Género a tres años de su aprobación, el 9 de mayo de 2012, y destacan los más de 6000 reconocimientos de identidad que se han tramitado en todo el país desde su entrada en vigencia.

El texto de la Ley garantiza el derecho a la identidad al colectivo de travestis, transexuales y transgéneros en todo el país, por medio de un sencillo trámite administrativo y sin requisitos especiales. Esta Ley es la primera en el mundo que no requiere diagnósticos médicos o psiquiátricos, ni operaciones de adecuación corporal, para el acceso a este derecho, y fue impulsada desde 2007 por la FALGBT y ATTTA.

En tres años de vigencia más de 6000 mujeres y varones trans han accedido a este derecho en todo el país, al tiempo que se han dado pasos positivos, aunque insuficientes, hacia la inclusión plena de las personas trans. Sin embargo son muchos los aspectos en los cuales aún falta mucho por hacer.

El más grave sin dudas tiene que ver con la demora del Ministerio de Salud de la Nación para reglamentar el Artículo 11 de la ley, lo que impide el ejercicio del acceso integral a la atención sanitaria de las personas trans, y profundiza las desigualdades geográficas y sociales que en la mayor parte del país experimentan mujeres y varones trans ante este derecho consagrado por la ley, pero de difícil ejercicio.

Otro tema pendiente es la ausencia de una política de previsión social que contemple especialmente la baja edad en la expectativa de vida del colectivo trans que, según diversos estudios realizados en nuestro país, se sitúa en apenas 45 años promedio, que se debiera traducir en una asignación para la ciudadanía e inclusión. 

Es por ello que la FALGBT y ATTTA impulsan en el Congreso Nacional, y en las legislaturas de todo el país,  iniciativas para la creación de un Programa Nacional de Salud integral trans, la creación de la Asignación para la Ciudadanía Trans  y el impulso de políticas de Estado integrales para la real inclusión e igualdad de oportunidades de las mujeres y varones trans.

Al respecto Esteban Paulón, Presidente de la FALGBT expresó «a tres años de la ley de Identidad de género tenemos mucho para celebrar. Más de 6000 ciudadanas y ciudadanos argentinos han recuperado la condición de ciudadanía, con una ley que repara en parte las graves vulneraciones de derechos que han sufrido a través de décadas. Sin embargo es muy grave que pasado este plazo sigamos esperando que el Ministerio de Salud no avance en la reglamentación del Artículo 11 de la ley, y no comprendemos a qué se deben las demoras a hacerlo.»

Por su parte Marcela Romero, Presidenta ATTTA y Secretaria General de la FALGBT agregó «en estos tres años de aprobación de la ley de Identidad de género nos llena de orgullo que más de 6000 compañeras y compañeros trans en todas las provincias argentinas hayan recuperado el derecho a la identidad. Valoramos positivamente los avances pero seguimos reclamando por todo lo que falta. En especial reclamando al Ministerio de Salud de la Nación por la reglamentación que garantice el derecho a la salud integral en todo el país, y no como ocurre hoy sólo en algunas provincias y municipios».

Para finalizar Romero agregó «También estamos impulsando el Proyecto de ley para la creación de la Asignación para la Ciudadanía Trans, como una política de protección social que permita la igualdad de oportunidades reales a las compañeras y compañeros mayores de 40 años, que aún esperan por una reparación del Estado argentino».