Sólo «respeto y delicadeza», la propuesta del Sínodo de las familias para lesbianas, gays, bisexuales y trans

El documento final del Sínodo extraordinario de las familias, que reunió a más de 270 Obispos y se promocionó como una «revolución» para la concepción vaticana sobre esta materia, sólo logró consenso para promover un trato con «respeto y delicadeza» hacia lesbianas, gays, bisexuales y trans. Afuera quedaron las referencias a la parejas LGBT en contraposición a la exhaltación de la familia tradicional y el matrimonio heterosexual, parte del diseño de Dios. 

Desde la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans expresamos nuestro rechazo y decepción ante el documento final del Sínodo extraordinario de la familia que nuevamente condena a nuestras parejas y familias al apartheid, negando cualquier tipo de reconocimiento.

En contraposición a las primeras operaciones mediáticas que intentaron mostrar al Sínodo como un espacio para impulsar un cambio de la mirada vaticana sobre las diversas expresiones familiares, el documento final se limita a exhortar a que «los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales sean acogidos con respeto y delicadeza», que incluso contó con más de 60 votos en contra. 

En relación al matrimonio y las familias el documento aprobado finalmente subraya «que no se pueden establecer analogías, ni si quiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia», al tiempo que dedica un amplio espacio a exaltar «la belleza» de la familia tradicional y fiel. 

Al respecto Esteban Paulón, Presidente de la FALGBT, expresó «tal como lo habíamos expresado cuando circularon operaciones de prensa que señalaban que el Sínodo iba a «revolucionar» la mirada vaticana sobre la familias, finalmente las mayorías reaccionarias de la jerarquía catolica impusieron una mirada discriminatoria y segregacionista hacia nuestras parejas y familias.»

Asimismo agregó «no podemos considerar nungún tipo de avance la inclusión de un breve párrafo de ocasión que recién en 2014 plantea que se debe tratar con «respeto y delicadeza» a las personas de «tendencias homosexuales». Esta expresión sólo intenta maquillar la histórica posición de las altas autoridades que ha sido, y es, de discriminación y violencia.»

Para finalizar Paulón expresó «finalmente el documento final del Sínodo muestra claramente la supremasía de los sectores de la jerarquía católica que cada día, alrededor del mundo, amparan y acompañan a los regímenes que penalizan y criminalizan a la diversidad sexual, encubren a pederastas y abusadores y promueven la violencia social e institucional hacia nuestro colectivo.»

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