La FALGBT rechaza recortes en el texto aprobado del nuevo Código Civil
Ante la aprobación del texto del nuevo Código Civil y Comercial, la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans expresa su rechazo a diversas modificaciones y recortes introducidos en el texto que fuera aprobado a fines de 2013 por el Senado de la Nación.
Cabe destacar que, tras aceptar modificaciones impulsadas por la Jerarquía de la Iglesia Católica – acuerdo impulsado por el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Julián Domínguez – se aprobó un texto que recorta importantes derechos y avances incluidos en el proyecto original, que fuera elaborado por una comisión encabezada por los integrantes de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, y la destacada jurista Aída Kemelmajer de Carlucci, y presentado por la Presidenta de la Nación Cristina Fernández.
Entre los puntos más polémicos se destaca la eliminación de la Gestación por Sustitución en el texto del Código. Desde la FALGBT lamentamos profundamente que, habiéndose incluido esta figura en el texto origina, luego fuera eliminado. Su incorporación al Código hubiera facilitado el derecho a formar familia a miles de parejas y matrimonios de igual y diferente sexo en todo el territorio nacional.Otro de los puntos controvertidos es la inclusión, a pedido de la Iglesia y la Senadora ultracatólica Liliana Negre de Alonso, de la definición del carácter de persona para los embriones, incluso aquellos concebidos in vitro. Esto busca poner una barrera para obstaculizar la legalización del aborto y el ejercicio de los derechos adquiridos con la reciente ley de fertilización asistida. De este modo el Artículo 19 del texto aprobado considera la existencia de la persona “desde el momento de la concepción.”
En ese sentido la FALGBT reclamará, en caso de aprobarse el Código, la aprobación de legislación complementaria que garantice las prácticas de reproducción humana asistida, garantizadas por la ley aprobada el año pasado, y su posterior reglamentación.
Asimismo constituye un retroceso la eliminación de la función social de la propiedad y el derecho al agua, así como el reconocimiento de la personería de la Iglesia como persona jurídica pública, lo que le sigue otorgando privilegios inaceptables.