Estado Laico: Nos oponemos al proyecto presentado por Mauricio Macri para cercenar los derechos conquistados en los últimos años.

En el Día del Orgullo LGBT en vez de celebrar todos los avances que hubo en nuestro país, nos vimos obligadxs a participar de la Cámara de Diputadxs de la Nación de la reunión conjunta de las Comisiones de Legislación Penal y de Relaciones Exteriores y Culto, para oponernos al proyecto de Ley llamado de «Libertad Religiosa» pero que lo que busca es cercenar los derechos conquistados en los últimos años, presentado por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN).

Con las firmas de Mauricio Macri, Germán Garavano, Marcos Peña y Susana Malcorra, el PEN presentó el Proyecto 0010/ PE/ 2017 sobre «Libertad Religiosa”; libertad que ya se encuentra protegida por la Constitución Nacional, la Ley Nº 23.592 y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos.

La finalidad de este proyecto, en realidad, es otorgar un paraguas legal a quienes quieran  imponer su moral religiosa por sobre los derechos fundamentales de las personas LGBT y de las mujeres, entre otros grupos vulnerados en nuestra sociedad.

Pretende imponer la objeción de conciencia de las personas y de las instituciones. Por ende, la objeción de conciencia dejaría de ser una excepción para convertirse en una regla. Y a pesar de que solo las personas tenemos conciencia, la objeción de conciencia institucional implicaría que un hospital o una escuela pueda oponerse a garantizar el acceso a la salud y a la educación para las personas LGBT. Así, una escuela podría oponerse a recibir a un niño o a una niña hijx de dos mamás o de dos papás, o a una persona trans, o a enseñar Educación Sexual Integral;  un juez o una jueza a casar a dos personas del mismo sexo; un centro de Salud, negarse a practicar una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) a una mujer o a un varón trans, a entregar anticonceptivos o a practicar una ligadura tubaria. El Proyecto viola la capacidad progresiva de niñxs y adolescentes y su derecho a ser oídos y a dar su opinión en cuanto a recibir o no educación religiosa.

Así, el Estado se aleja del paradigma de la neutralidad en materia religiosa para ser un Estado pluriconfesional, mediante un proyecto que avanza rápidamente a espaldas de la sociedad.

La comunidad LGBT y el movimiento de mujeres estamos alertas a este intento de injerencia religiosa sobre nuestra autonomía y sobre los derechos conquistados.