Aguer: solo una expresión de una iglesia que condena a la mayoría de sus fieles
Desde la Federación Argentina LGBT repudiamos las expresiones discriminatorias y que constituyen un discurso de odio por parte Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, quien nuevamente ataca a la comunidad LGBT al volver a condenar la supuesta “fornicación contra natura, ahora avalada por leyes inicuas que han destruido la realidad natural del matrimonio”, entre otras expresiones realizadas en una columna de opinión publicada hace unos días en el diario El Día.
En la columna, Aguer también se expresa en contra de que se repartan preservativos en un evento tan multitudinario como los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro; critica el contacto erótico en lugares públicos, y expresa que existe una “cultura fornicaria que se va extendiendo sin escrúpulo” que banaliza “la unión entre el hombre y la mujer”, nuevamente ignorando los debates que la sociedad ya ha saldado con la Ley de Matrimonio Igualitario.
Sus expresiones, además de arcaicas, fueron también profundamente sexistas, ya que se pregunta sobre las mujeres que “cambian de novio” y la poca ropa que utilizarían en las playas, pero nada dice sobre los hombres respecto de estos temas.
Hace un poco más de un mes, había vuelto a hacer gala del pensamiento que lo identifica con el sector más conservador de la Iglesia argentina en su programa televisivo, donde atacó a nuestra comunidad al criticar las “leyes injustas que se han votado en la última década”, tanto como lo que expresó en 2014 al sostener que “desgraciadamente” existe en la Argentina una Ley de Matrimonio Igualitario “injusta”. Durante el momento en que Diputados le había dado media sanción a la Ley y a la espera de que el Senado también se pronunciara a favor, Aguer promovió una campaña para que el pueblo se manifieste en contra de una Ley de Matrimonio Igualitario porque entendía que aquí se juega algo fundamental para el futuro de la sociedad argentina.
“Las permanentes manifestaciones de este señor contra la comunidad LGBT es un acto que intenta negar el reconocimiento de derechos adquiridos, de igualdad ante la ley. Su mirada, como ya lo hemos expresado oportunamente, es anticonstitucional y antidemocrática. Monseñor Aguer sigue con su propia Guerra Santa cuando hay una sociedad que ya se pronunció a favor de la igualdad de derechos: promueve el odio y la intolerancia. Lo mismo ocurrió con los dichos del sacerdote Fabricio Porta Pesce en Gral. Alvear, que alentó a su congregación para que no adhieran a las políticas de género y se manifiesten contra una capacitación sobre diversidad sexual que terminó siendo suspendida por la presión de este grupo fundamentalista católicx, o el apoyo a este cura por parte del vocero del Obispado de San Rafael, José Antonio Álvarez, que sostuvo que la ideología de género ‘es algo nocivo, contrario a la naturaleza’. Estos casos son el claro ejemplo de las actitudes de las autoridades de la jerarquía católica, que legitiman y promueven la discriminación y el odio. El laicismo es promoción de políticas de respeto. Repudiamos los pensamientos hegemónicos que imponen a la ciudadanía una determinada moral”, expresó Marcela Romero, Presidenta de la FALGBT.