Politicalpari, una fiesta popular en diagonales

Hace dos sábados, la Politicalpari, el último y quinto disco de la rapera y poetisa Sara Hebe, fue la fiesta política para muches en el Estadio Atenas de La Plata, donde originalmente sólo tocan hombres. Pero, como nada la detiene, la trelewense más amada desde hace una década, tiñe de revolución sus letras hablando de la persecución policial, del odio hacia lesbianas y personas trans, y de la lucha feminista por el aborto legal. El agite y su voz fueron todo lo que sólo ella puede darnos.

Los envases de cerveza acomodados en la esquina de las diagonales de La Plata, nos avecinan una noche llena de locura, luz y canciones colmadas de política y cumbia antifascista. Los reflectores alumbrando el público, nos hacen palpitar la llegada de Sara Hebe, la rapera más combativa.

Casi sin darnos cuenta, en un instante se unieron el reclamo y la fiesta con Fck the Pwr e inmediatamente con Urgente, mientras el estadio se abalanza para ver a Sara más de cerca, con su conjunto que lleva el dibujo de su disco, y su pelo suelto que encandila a quienes estamos ahí. “¡Roxana te estamos buscando!”, es el primer mensaje que nos da, recordando la búsqueda de #RoxanaVillalba, desaparecida desde el 2018 en Florencio Varela, haciendo voz de las denuncias por femicidios y el machismo.

“Quiero hacer lo que ustedes tengan ganas de hacer esta noche”, nos cuenta, y las sonrisas casi instantáneamente se amontonan entre todes. A.C.A.B. resuena en protesta junto a Sasha Sathya, y es entonces donde el grito colectivo de “siempre con las putas, nunca con la yuta”, nos abraza en apenas 20 minutos de haber comenzado el show. Los cuerpos rebotan entre sí, y los pañuelos verdes danzan por donde quiera que mires. La noche se tiñe de Violeta Perro como una balada que nos llega al corazón, aunque el amor propio nos rebota rápidamente con Ignatia; sinceramente, quienes estamos ahí con ella, sabemos que a esta altura de la noche, ya nos enamoramos.

Con la luna llena en Piscis, Mercurio y Venus entrando en Libra y las emociones llenas de romance, creatividad y excitación, hace que la politicalpari continúe poco a poco para que Sara nos pregunte “¿quién quiere luz?”, y las estrofas de Mandame tu Luz nos inspire de chispa y diversión. Nada puede estar mal esta noche, la cumbia antifascista del Movimiento Social “El deseo”, nos recomienda quemar las cosas que ya no van más, a menear hasta el piso, gozar la cumbia y bailarlo con amigues. Así de simple se siente la música, así de simple se armó el baile en el escenario y en la gente. Y cuando llega La noche las brujas danzan en armonía resplandeciente con el pelo de Sara que se mueve para un lado y para el otro. “Esto es un movimiento social, es moverse, es organizarse, es la potencia vital de todas las personas de nuestro público”, nos dice y los aplausos se escuchan hasta La Catedral.

La pari recién comienza, aunque ya haya pasado más de una hora desde que este sábado nos juntó, el reclamo y lo político levanta la voz una vez más, pero esta vez desde el concepto transfeminista y lo hace carne en esta ciudad, sede elegida para el próximo ENM en su edición n°34.

Inmersa de carisma y pura personalidad, invita al escenario a Nicolás Juncos, reemplazando a Ramiro Jota, quien no está presente en esta ocasión por problemas de salud. “Tratenlo bien que es un genio”, nos dice sonriendo, y como Sara nunca nos decepciona, la cantautora nos regala su versión de Follow Rivers, canción que en otros recitales también ha compartido con nosotres. Su hermana Arié, que la acompaña en coros, es otra gema de este show, que sólo nos hace agradecer la vibra de estas dos hermanas que se abrazan en cada momento que pueden hacerlo.

Asado de Fa revoluciona la ola humana, que es plena ebullición danzante mientras Sara continúa un repertorio lleno de recuerdos como Tuve que Quemar, El Marginal, Historika y Pucha. Y en un salto, se traslada a hacia la marea y se deja llevar por el agite para terminar encima de quienes la llevan y tocan con sus manos como una diosa de historia griega. Una vez reincorporada, nos dice: “debería haber venido más de sport, estoy toda acharolada”. Gira hacia la platea y, aunque un poco encandilada por los reflectores, pega un grito de amor: “le quiero dedicar este recital a mi madre, debe estar con la cadera en la frente de tanto bailar”.

Con agite político, amorosidad entre todes, compañerismo y con un show que duró más de dos horas, la efervescencia que brota de nuestros cuerpos resulta imparable, y no queremos que esto termine, por eso nos invita a seguir bailando un ratito más con ella mientras el “ay, cómo nos cuidamos” se escucha desde el escenario, mientras mueve las caderas.
Con birra en mano, nadie quiere irse a su casa, ni Sara, ni su banda, ni quienes estamos con ella esta noche. El agite popular y la conciencia musical feminista del power de Politicalpari nos deja agitades, pero llenes de energía, porque ver a Sara Hebe siempre es buena vibra.

Autora:
Estefanía Gaitán